A la hora de elegir una, hay detalles determinantes y otros de menor peso. Esas características se conjugan para optar por un dispositivo, son indispensables para mí. Otras, en cambio, no son determinantes.
Voy a empezar enumerando lo que me ne frega.
Me importa el precio (la relación calidad /prestaciones/precio en realidad), porque ni ahí me da el cuero para elegir un procesador de 2 y medio a tres millones de pesos: el rango actual de accesibilidad para mí actualmente, oscila entre lo más barato que me sirva y guste, y 600 lucas (unos 500 dólares hoy, 21 de abril de 2024). Me importa que la carcasa sea robusta, resistente (de metal). Me importan las cantidades de switches, de bloques de efectos, de presets y de bancos. Me importa que la pedalera permita crear escenas.