sábado, 24 de abril de 2021

THE GREAT DECEIVER *

No toco la guitarra por placer, bálsamo espiritual o hobby. No siento nada que tenga que ver con el arte, la creación o la magia cuando meto los dedos en las cuerdas y me zambullo en el sonido.. y me importa un belín que quien me escuche se emocione o disfrute. No tengo nada para dar, nada que decir con la música. Cierto sentimiento de bajo astral me dispara a la vereda del fetichismo cuando pienso en guitarras: quisiera tener un harem de violas, me gustan las guitarras, y muchas me atraen como objetos de placer visual (casi erótico) más que auditivo. Si toco la viola es porque hace muchos años, cuando era pendejo, una chispa encendió algo incorrecto en el lugar equivocado, y natura me dio ciertas habilidades que hacían creer que yo amaba la música y la guitarra.. porque sonaba como si así fuera. Error, cochina farsa, nada más alejado de la realidad. Hoy vuelvo a tocar porque extraño algo que siempre fue y será igual, algo que me atrapaba y me seducía. Se trata de una cuestión de ego, soy una mierda que porta todos los egos posibles: ego latría, centrismo, e ísmo (éste último no viene al caso pero es parte de un todo). No apunto a conmover sino a sorprender. Fui muy elogiado como guitarrista hace un toco de años, pero la verdad es que me chupaba un huevo cualquier otra realidad aparte de ese deslumbramiento que mi sonido causaba, y las consecuentes alabanzas recibidas. Sé que hay tres o cuatro boludeces que, por naturaleza, puedo hacer mejor que la mayoría de los violeros non pro. Y que eso genera admiración a veces. Bueno, es esa admiración lo que busco, porque es lo que me produce placer. Un mambo de alto narcisismo. Lo único que tiene para decir una guitarra en mis manos es "mirá, éste tipo que me tiene colgada puede hacer esto, hacerme sonar así, gritar como una gata alzada a veces.. y tu deslumbramiento fomenta su ego". That's all.

A veces,
por innumerables razones, creo que soy una porquería, una basura.. Otras veces estoy seguro. ¿Un ejemplo? Sí, cómo no.. uno que tiene que ver con el arte. Priorizo la estética sobre la ética, el brillo espurio sobre la profundidad de los mambos del alma, el envoltorio sobre el contenido.

* EL GRAN IMPOSTOR

 

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