VOLVER

Es muy loco volver a tocar la guitarra después de haberla abandonado por más de 25 años. Empecé a los 15 y fui guitarrista durante unos 22 años. Ahora no es fácil volver si uno evalúa la suma de lo perdido en el tiempo (técnica, habilidad, destreza, agilidad de los dedos). Pero yo, pesimista consuetudinario, esta vez sin proponérmelo encaré por el lado opuesto, y estoy maravillado ante lo rápido que voy recuperando todo. ¡Bendita sea la memoria motriz! En ningún momento esperé la insensatez de que colgándome una viola pudiera tocar como en 1994. Partiendo de tal no premisa, ahora estoy sorprendido, porque todo fluye más fácil y rápidamente que lo esperado. Vuelvo a tocar siendo un principiante por segunda vez en la vida, pero me siento un principiante que larga en pole position, con ventaja. Todo lo que alguna vez me costó y demandó años de práctica, ahora reaparece en horas, en días. Entonces me miro en el espejo y digo en voz baja « ¡bienaventurados los pobres de voluntad, porque de ellos será el reino de la ley del menor esfuerzo! »